Pasada las Navidades, tras una profunda reflexión y reencuentro conmigo mismo, reiniciamos nuestras actividades políticas, con el objetivo claro y definido de correr por una diputación en la circunscripción No.2.
Probablemente sea la última vez que aspire, gane o pierda, será la última vez, porque después del 2020, propiciaré el relevo en mi equipo político, así como he apoyado regidores de mi equipo y han ganados, también lo haré con un diputado después del 2020.
Voy ahora como diputado, independientemente del compromiso con la base que es harto sabido, no voy por ego ni buscando beneficios personales, sino porque el 2016, me dejo un sabor amargo, lo di todo por los principios, sin ser seguidor de Hipólito ni de Luis, vine al PRM, pudiendo ser diputado fácil por la alianza PLD-PRD, fui leal al pensamiento anti releccionista de José Francisco Peña Gómez y no me vendí, como sé que la base no me rechazó, voy detrás de su voto, que sea ella que me evalué 4 años después, no en un cuarto frio, diciendo Jorge Frías es un roca izquierda, no puede seguir siendo diputado y como la condiciones es tan dada para no volver a cometerse la ignominia antidemocrática que se cometió con mi candidatura voy.
Confió en Dios y la Base, como dijo Julio Cesar, la suerte esta echada.